7 CLAVES PARA MEJORAR LA EFICIENCIA ENERGÉTICA DE LA VIVIENDA

Arquitectura

Cuando llega a la mitad el invierno volvemos a darnos cuenta que la facturación de nuestros suministros se ha vuelto a disparar. Un año más nos planteamos cómo se puede reducir el consumo de las mismas y saber cómo hacer nuestra vivienda más eficiente. En este artículo no se pretende dar verdades absolutas sino unos consejos para aportar una mejora en la disminución del consumo energético en nuestras viviendas.

Son 7 claves que vienen enfocadas a la utilización de la vivienda por el usuario final o al diseño de estas cuando están en fase de proyecto.

  1. AHORRO ELÉCTRICO EN LA VIVIENDA

Si se modifican algunos de los hábitos relacionados con el consumo eléctrico de los electrodomésticos y se revisa la contratación de la factura eléctrica se puede conseguir un ahorro eléctrico considerable.

En cuanto a los electrodomésticos, el frigorífico es el que más consume, la temperatura de consigna ha de estar entre los 3ºC y los 7ºC para el frigorífico y de -17ºC para el congelador. Cada grado de disminución afecta en un gasto de un 5% más de energía. Situarlo en un lugar donde no le dé el sol ni esté sometido a altas temperaturas. Además hemos de tener en cuenta la calificación energética clase A+++.

El lavavajillas y la lavadora se han de encender cuando estén al máximo de carga, ya que optimizamos la eficiencia del aparato, además de un ahorro significativo de agua.  La utilización de programas cortos y lavados en frío siempre que sea posible ayudará a no tener que calentar el agua y ahorrar electricidad.  También considerar la clase A+++.

Para reducir consumos de iluminación hemos de aprovechar al máximo la luz del día subiendo las persianas y corriendo las cortinas.  Un diseño con paredes y techos claros hace que se aproveche mejor la luz natural.

El uso de bombillas y lámparas de bajo consumo con tecnología LED puede conseguir ahorros de hasta el 80% respecto a las bombillas tradicionales. Si salimos de una habitación y hemos de volver momentos después es mejor que se apaguen las luces.

  1. CONTROL DE LA CALEFACCIÓN Y LA REFRIGERACIÓN

Hemos de partir de la premisa que cuanta más energía necesitemos para alcanzar y mantener las condiciones de confort de nuestra vivienda, menos eficiente será su sistema de climatización.

Hay diversos sistemas de climatización en el mercado:

Bomba de calor (aerotermia), uno de los más eficientes del mercado aunque condicionado al gasto eléctrico. Es versátil ya que da calor en invierno y frio en verano, apropiado para climas mediterráneos. Puede asociarse de forma eficaz con un suelo radiante calor-frío. Eficacias entre 300%-400%.

Calderas y estufas de biomasa, similares a calderas de gasoil pero con energía limpia y ecológica. Eficiencias de máquina del 85%.

Radiadores eléctricos, no recomendables para calentar espacios muy grandes. Son baratos de adquirir pero el consumo eléctrico, al no ser muy eficientes, es alto. Deberían tener incorporado un termostato digital.

Calderas y estufas a gas, extendida en las grandes ciudades debido a que el precio del gas es más barato que el de la electricidad. Eficiencias de 85% para calderas convencionales y de 105% para calderas de condensación.

Importante en todos los tipos de sistemas los aislamientos que llevan las propias máquinas y sus elementos para mantener el calor o frío producido.

La temperatura de consigna de la climatización de nuestras viviendas debería estar entre los 21ºC – 23º en invierno y 23º – 25º en verano según nos aconseja IDEA. Dependerá mucho de la temperatura de confort de cada persona que viene definida por el metabolismo y la vestimenta de cada individuo.

Realizar una revisión a la caldera y purgar los radiadores al inicio del invierno es importante para optimizar el funcionamiento de la instalación.  También disponer de válvulas termostáticas en cada radiador para optimizar la emisión de calor en cada estancia y de un buen termostato programable, que incluso puede controlarse desde el móvil.

  1. VENTILACIÓN E INFILTRACIÓN DE AIRE

Ventilar es el primer paso para eliminar las sustancias nocivas que se van acumulando en las viviendas. El aire de nuestros espacios debe renovarse de manera manual o mecánica. La tradición es renovarlo manualmente ventilando a través de las ventanas aunque hoy en día existen sistemas que permiten hacer una ventilación mecánica a través de un recuperador de calor para renovar el aire sin perder energía.

En invierno hay que ventilar en el momento más caliente del día, hacia el mediodía.  Con unos 10 minutos diarios basta para renovar el aire de una estancia aunque hay que tener en cuenta que los dormitorios deben ventilarse un par de minutos al levantarse. Si hablamos de humedad en el ambiente el porcentaje ideal es entre el 35% y el 50% y en ese aspecto también influye nuestro sistema de calefacción y el consumo energético asociado.

Otro problema muy extendido en las viviendas es que sus envolventes no son completamente estancas, eso significa que tenemos infiltraciones de aire aunque se crea que están totalmente cerradas. Ello supone un coste mucho mayor de lo que creemos, ya que incrementa las renovaciones de aire no deseadas.

  1. SISTEMAS PASIVOS PARA EL AHORRO ENERGÉTICO

Son factores importantes a tener en cuenta cuando se diseña una vivienda  la ubicación y orientación de la misma.  Con la orientación se hace referencia a la entrada de luz y calor a la vivienda procedente del sol, ya que esta proporciona calidad de vida, bienestar y grandes ahorros en el consumo de climatización e iluminación de nuestra casa.

Hacer un estudio previo de la incidencia del sol en cada una de las estaciones del año, analizando la puesta y salida del mismo es una clave fundamental para aprovecharlo al máximo y también para protegernos de él.

En climas mediterráneos se han de orientar las estancias principales al sur ya que nos permite aprovechar al máximo esa radicación durante el invierno aunque se deberá proteger con aleros o toldos horizontales esas zonas para evitar el exceso solar en verano.  La orientación Norte será la zona más fría de nuestra vivienda y la Oeste en la época de verano puede recalentar en exceso a última hora del día y por tanto necesitaremos enfriar dichas estancias, se puede evitar dicho recalentamiento con la colocación de lamas verticales.

Una buena distribución es poder colocar habitaciones y cocina al este; zonas de estar, comedor y salones al sur; baños al oeste ; y despachos, despensas y garajes al norte.  

  1. CARPINTERÍA EXTERIOR

Existen tres materiales que se pueden elegir para las ventanas; PVC, aluminio y madera, cada uno tiene sus características frente al ambiente exterior y hay que tenerlo en cuenta a la hora de prescribirlos.

El PVC está muy extendido debido a su coste pero si buscamos un material de alta gama con más de cinco cámaras en su perfil el precio ya se estandariza respecto a otros materiales.

En cuanto a la carpintería metálica hay que destacar que lo fundamental es que esta lleve incorporada una rotura de puente térmico en su perfilería para evitar condensaciones en la propia ventana.

La carpintería de madera tiene una gran capacidad aislante y permite una gran capacidad de diseños.  El inconveniente más acusado es su precio y mantenimiento.

Aunque hemos de tener en cuenta que la carpintería suele representar el 30% de la superficie de una ventana y que el resto es vidrio. Por ello hay que tener claro que también hay que invertir en unos buenos cristales.

Un vidrio, como mínimo, que sea doble o triple acristalamiento para reducir la transferencia de calor entre el exterior y el interior y además que sean bajo emisivos, con lo que conseguimos reflejar un porcentaje del calor interior y que este se mantenga en nuestras estancias.

  1. AISLAMIENTO TÉRMICO

Los aislamiento de la fachada y cubierta del edificio son fundamentales para que no haya perdidas de energía a través de las envolventes del edificio.  Existen muchos materiales para aislar nuestras viviendas; desde los materiales tradicionales derivados del petróleo hasta los nuevos productos ecológicos que están entrando fuerte en el sector.

Las principales características a tener en cuenta son sus propiedades térmicas, su espesor y la posición donde se va a colocar en la sección de la envolvente.

El aislamiento térmico inyectado en cámaras se trata del sistema más rápido para incrementar el espesor en la rehabilitación de viviendas en caso de que exista la posibilidad y se puede realizar mediante la inyección de aislamiento de fibra de celulosa. Es interesante tras la obra realizar una comprobación mediante fotografías de cámara termográfica.

El aislamiento térmico trasdosado es ideal si realizamos una rehabilitación integral de nuestra vivienda y no tenemos opción de aislar por fuera de la fachada ni en la cámara. Dicho sistema se realiza mediante la colocación de paneles aislantes adosados a la fachada y recubiertos después por una capa de cartón yeso.

El aislamiento térmico exterior, un sistema conocido como SATE. Se trata de la incorporación de paneles aislantes en toda la superficie exterior de fachada de nuestro edificio o vivienda, estos paneles aislantes se recubren después con diferentes tipos de acabado. Es la mejor solución para conseguir mantener la temperatura interior de la vivienda en invierno y que en verano el calor no incida en nuestras estancias.  Con este sistema se eliminan la totalidad de puentes térmicos de la envolvente.

  1. PUENTES TÉRMICOS

El puente térmico es un punto o zona de nuestra envolvente (paredes, tejados o ventanas) por la que se transmite fácilmente el calor al exterior de nuestras viviendas.

Se pueden encontrar en zonas de pilares y jácenas, huecos de ventana y cajas de persiana. Aunque existen otros en las uniones entre forjado y fachada, uniones en cubierta o solera y los que se producen con los diferentes voladizos de la vivienda. Es importante tenerlos localizados y protegerlos para evitar dichas pérdidas de calor.