Francisco Ramon y Sheila Castañ callejearon por los rincones más trendie de la ciudad, desde SoHo más cosmopolita al transgresor Chelsea District.
SOHO – NOHO – NOLITA
Enlazando con la entrada anterior, desde Union Square seguimos por Broadway dirección sur hasta Houston St, donde empieza uno de los distritos más de moda de la ciudad. Durante el siglo XIX y la primera mitad del XX, el SoHo (South of Houston) era una zona industrial conocida como los Cien Acres del Infierno. En 1970 las industrias fueron convirtiéndose en lofts y los nuevos talentos del arte aprovecharon las bajas rentas para asentarse en ellos. Cuando la zona se masificó, sus primeros habitantes tuvieron que abandonarlo, pero éste no ha perdido su encanto y (ahora atravesado por un par de arterias comerciales mainstream) se sigue caracterizando por sus naves de hierro fundido, galerías de arte, anticuarios y locales de moda.
Antes de llegar, sin embargo, nos desviamos un momento para echar un vistazo rápido a UNITED NUDE (25 Bond St), la marca de calzado creada por Rem D. Koolhaas (arquitecto holandés, pero no el original, si no sobrino del célebre Rem L. Koolhaas) con unos diseños atrevidos e innovadores que han dado la vuelta al mundo.
El interiorismo minimalista se basa en un ambiente oscuro con las paredes forradas de light-boxes de colores cambiantes en las que se exponen los zapatos retroiluminados, pero cabe destacar la presencia de un gran objeto sin utilidad aparente. Bautizado como Lo Res Car, es una lograda reinterpretación poligonal de baja resolución de un Lamborghini diseñada por ellos mismos con la misma forma de trabajar en la que crean sus extravagantes zapatos..
De Koolhaas a Koolhaas, nos vamos a PRADA EPICENTER (575 Broadway). ¿Una boutique exclusiva, un espacio público, una galería, un escenario, o un laboratorio? La tienda es parte de la investigación en curso de OMA en el mundo del shopping, en sus propias palabras: «arguably the last remaining form of public activity, and a strategy to counteract and destabilize any received notion of what Prada is, does, or will become».
Abierta en 2001, marcó un antes y un después en el retail design, demostrando que el punto de venta puede ser mucho más que un espacio de transacción, convirtiéndose en un lugar polivalente que además de plasmar la imagen de una marca puede albergar eventos dispares y servir de plataforma mediática.
Cruzamos la acera y haciendo esquina con Prince St encontramos con DEAN & DELUCA (560 Broadway), cadena de alimentación de lujo que una vez más apuesta por productos de primera calidad y origen orgánico, haciendo referencia en su diseño a un mercado tradicional con sus diversas paradas de productos frescos. En este sentido, el concepto se parecería más al punto de vista gourmet de Eataly que al de Whole Foods Market o the Bridge Market, más próximos al concepto de supermercado (ver New York Retail Tour II).
Volvemos al sector de la moda y en el portal de al lado encontramos la flagship store de CONVERSE (560 Broadway), dedicada tanto a la herencia atlética de la marca con numerosas referencias vintage al baloncesto, como a la ciudad de Nueva York en sí misma desde una perspectiva juvenil con aires punk rock.
Cabe destacar por un lado la impresionante instalación del escaparate que reproduce una gran bandera americana formada por 648 pares de las clásicas zapatillas Chuck Taylor, y por otro lado el laboratorio en el que puedes customizar tus zapatillas y camisetas con patrones y diseños de la ciudad de NY, o incluso crear tus propios temas personalizados asesorado por un equipo de expertos.
Salimos temporalmente de Broadway para acercarnos a una recomendable librería independiente de NoLIta llamada McNALLY JACKSON BOOKS (52 Prince St) en la que además de poder sentarnos a leer y conversar sobre libros en su agradable cafetería, puedes publicar tu propio libro gracias a una elegante imprenta autoservicio a la que han llamado Espresso Book Machine.
Sin movernos de la misma calle, tuvimos también la suerte de encontramos por sorpresa la conocida instalación efímera de StereoTANK LITTLE FREE LIBRARY, un llamativo bidón amarillo con patitas que invita al transeúnte a la lectura con un servicio libre de intercambio de libros.
Regresamos al SoHo para visitar MELISSA GALLERY (102 Greene St), flagship store de la coqueta marca de calzado brasileña que se ha hecho famosa por sus coloridos modelos de goma y colaboraciones con diseñadores de lujo.
La decoración futurista a base de blancas formas redondeadas y cortes angulares alberga las diferentes colecciones expuestas sobre agruupaciones de peanas individuales, y llama la atención especialmente el foso que encontramos al fondo de la tienda, al que se desciende por una teatral escalera de caracol y que expone una única pieza de calzado, envolviéndola con un aire de exclusividad.
Bajamos por Greene St hasta el límite con TriBeCa, y no podemos dejar de visitar el mítico PEARL PAINT (308 Canal St), quizás uno de los últimos supervivientes del pasado bohemio del SoHo. Nos encontraremos un simpático y decadente edificio de cinco plantas sin ascensor ni aire acondicionado dedicado íntegramente a material artístico, visita obligada y lugar de referencia para cualquier aficionado al arte o las manualidades.
WEST VILLAGE – CHEALSEA
Llegados a este punto, damos un salto hacia atrás y aterrizamos en West Village, donde completaremos nuestro recorrido comercial por Manhattan siguiendo el trazado de The High Line, fantástico parque lineal elevado que discurre por las antiguas vías de tren, hasta Chealsea District. Antes de seguir, sin embargo, hacemos una pausa en MAGNOLIA BAKERY (401 Bleecker St), un establecimiento coqueto donde a juzgar por sus largas colas disfrutaremos de uno de los mejores cupcakes de la ciudad.
Retomamos la ruta asomándonos a las diversas tiendas de MARC JACOBS que salpican alternativamente el tramo norte de Bleecker St. Pequeños establecimientos tipo boutique con unos escaparates tan llamativos como transgresores, que sin duda llamarán la atención del transeúnte, obligándonos a echar un vistazo en su interior.
Más radical todavía es la propuesta que encontramos a pocos mentros de ahí, enfrentándonos de repente con el particular deconstructivismo de MAISON MARTIN MARGIELA (801 greenwich St). Con aires de un decadente laboratorio químico, nos atienden unos simpáticos dependientes con bata blanca de lo más escurridizos que en cuanto veían la cámara de fotos desaparecían todos como si fueran pequeños duendecillos.
El espacio fantasea con el característico universo del diseñador, lleno de veladuras, reflejos y texturas en blanco y negro; muebles cubiertos por sábanas blancas, vinilos atmosféricos en paredes y suelos, y la misteriosa inclusión de elementos fetiche (como el huevo de cerámica, o el perchero de madera) que aparecen por los rincones sin un motivo aparente.
Enlazamos con la High Line y nos bajamos en el CHELSEA MARKET (75 9th Ave) entre la 15th y la 16th . Ubicado en la antigua nave de Nabisco donde se inventó la Oreo, la fábrica abandonada se ha convertido en un concurrido mercado con infinidad de comercios de alimentación, como las sugerentes pastelerías FAT WITCH BAKERY, o ELENI’S, la panadería AMY’S BREAD o la fruteria de proximidad MANHATTAN FRUIT EXCHANGE en un entorno único.
Por último, terminaremos la ruta de forma definitiva siguiendo hacia el norte para visitar otra antigua fábrica, en esta ocasión ocupada por los inventores del márketing de guerrilla COMME DES GARÇONS (520 W 22th Ave). La moda de lujo más underground y radical se oculta tras un túnel plateado al más puro estilo agujero de gusano psicodélico que atraviesa una vieja fachada de ladrillo rojo llena de graffitis. En su interior, las curvas blancas generan diversas cápsulas en las que poder observar las prendas únicas con cierta intimidad, a pesar de lo concurrido del showroom.
Finalmente, así damos por concluido nuestro Retail Design Tour por Manhattan. La tarea ha sido dura. Más de lo que parece. Debo reconocer que resumir toda la experiencia de diez intensos días de caminar sin descanso en solo tres posts se ha convertido en una auténtica pesadilla, pero creo que ha valido la pena. Además de satisfacer la necesidad personal de compartir esta gran experiencia, nuestra intención ha sido ante todo facilitar aquella información que nosotros echamos en falta cuando preparábamos nuestro viaje y nos hubiera gustado encontrar en la red. Esperamos que os sea de utilidad.
Nueva York es una ciudad incombustible y en continua evolución, y por más que lo intentemos nunca podremos abarcarla entera. De cualquier forma, aquí cerramos nuestra propuesta de los Must See para tu próxima visita comercial a la ciudad más influyente del mundo del retail en todas sus escalas.